Con estos pasos te será simple asociar los KPI’s a tus objetivos

Todos los indicadores o KPI ’s (Key Performance Indicator) que se definan para tu empresa deben tener al menos un objetivo asociado. 

Un indicador bien definido será una guía que te ayudará a ver el crecimiento de la empresa. Es decir, que un buen KPI debe mantener a tu negocio en el camino hacia el éxito.

Los managers y técnicos de los grandes equipos de fútbol monitorean el desempeño individual y colectivo de sus planteles. Su función es optimizar el rendimiento de sus jugadores, ubicándolos en su mejor posición, indicando estrategias para poder ganar.

Sin embargo, en las organizaciones no siempre es así. Muchas veces los KPI’s suelen fallar por no haber sido definidos adecuadamente o por no establecer objetivos asociados a cada uno de ellos.

Cómo establecer correctamente un KPI

Es preciso establecer indicadores que sean relevantes y muestren resultados de inmediato. El riesgo es que si elegís un KPI que vaya muy por encima de tus objetivos actuales, correrás el riesgo de desalentar al equipo de trabajo, incluso antes de empezar o, si escogés un indicador que no esté asociado a ningún objetivo, no verás ningún resultado en la empresa.

Entonces ¿cómo crear KPI’s asociados a los objetivos?

1. Hacete preguntas concretas

Si no sabés lo que estás buscando, difícilmente lo encontrarás. Por eso, es importante establecer primero los objetivos, observar tu negocio, revisar los números, analizar las tendencias y estudiar el comportamiento de la empresa.

Una vez que tengas una comprensión acabada del funcionamiento del negocio y cuáles son las áreas que debés reforzar, podrás pensar cuáles son los indicadores que ayuden a saber si tus objetivos se están cumpliendo.

2. La importancia de las metas a corto y largo plazo

Luego de haber entendido qué sucede actualmente con la organización, podrás empezar a trazar un camino exitoso. Inicialo estableciendo un objetivo general a largo plazo, será lo que te ayude a marcar cuál y cómo será tu estrategia desde el día cero hasta alcanzar la meta. 

Ganar el Mundial de Fútbol es una meta a largo plazo, pero no será posible de alcanzar si no se establecen pequeños objetivos que tengan resultados inmediatos y permitan mostrar los avances alcanzados, como por ejemplo, ganar algún partido clave en la eliminatoria o clasificar con la menor cantidad de goles en contra.

3. Revisá periódicamente los resultados y realizá ajustes

Sería ideal crear los objetivos y ver cómo se van cumpliendo al pie de la letra según lo establecido, pero no todo funciona de esta manera. Continuando con el ejemplo anterior, puede que tu equipo llegue al Mundial en excelente forma física y pase la fase de grupos con un muy buen puntaje, aunque al jugar su primer partido en la fase final un delantero clave se lesione ¿Qué podrás hacer entonces? Lo mismo sucede en los negocios.

Debés tomar el hábito de manejar reportes mensuales y evaluar constantemente cada uno de los objetivos, para asegurarte de que todo marcha según la planificación.

A su vez, es importante celebrar los pequeños logros que se han conseguido.

También deberías revisar tan pronto como puedas los objetivos que no se lograron y estudiar cuáles fueron las causas para poder mejorar en el futuro.

4. Trabajá en equipo

Mantener siempre informado al equipo de trabajo sobre lo que se está realizando es fundamental. Cada colaborador podrá brindar información valiosa para ayudar a establecer los objetivos e indicadores. 

Si cada individuo está informado sobre lo que está sucediendo en la organización, podrán estar atentos al papel que desempeñará cada departamento en el logro de sus objetivos.

Establecer una excelente comunicación con tu equipo de trabajo marcará una diferencia importante en el desempeño de cada uno.

Como en el fútbol, los buenos resultados y la consistencia a lo largo del tiempo se logran con un trabajo de equipo más allá de los desempeños individuales.